Koldo Agarraberes, en la Room Art Fair 2012

El pintor Koldo Agarraberes, ayer,en Madrid.

Hace algunos años, el pintor Koldo Agarraberes vino a Madrid y me dijo que Oteiza, el escultor, era “el pUto amo”, con esa forma tan vasca de enfatizar las vocales que de verdad importan. Y subimos un día a verlo a Donosti. Hasta que nos echó el puto (esta vez sin énfasis admirativo) ex-alcalde de Zumárraga y su secuaz, la vecina enfermera de Zarauz.

Este finde, Koldo ha venido a presentar su obra a la Room Art Fair, con la galeríaCanvas, en el hotel Praktik Metropol de la Red de San Luis.

Su cuadro “estrella” es uno que él titula Las meninas. Pero que en realidad no es Las meninas sino La tienda de mi hermana.

Las meninas

Me explico: cuando lo conocí, Koldo tenía su taller en la tienda de su hermana, una tienda de objetos de decoración muy grande y sugerente en el centro de Pamplona. Él, Koldo, es el pintor que hay en ese cuadro (el supuesto Las meninas); y su hermana, que está mirando cómo pinta,  es la única “menina”, pues el resto están tachadas. Del perro, que podríamos llamarlo Dumbo porque se ha ido volando por el techo -un techo abierto, uts, Uts,… que diría rabino Oteiza, rabino por joder-, sólo queda una pata que parece un muslito de pollo.

Prohibido echar comida a los animales, pinta Koldo. Se refiere al animal interior, que, multiplicado por muchos [seres humanos], convierte/han convertido esto en una selva. Si lo hacemos, advierte en sus cuadros, nos metamorfoseamos en bloques donde la oscuridad nos embebe y paraliza; o en esa amorfidad con patas de la película Splice que tan precisamente ha representado con todas sus excrecencias tumorales.

Pero el cuadro que más me gusta de él -que no vino a Madrid, porque es muy grande, pero que estuvo en su exposición de la Ciudadela en Pamplona, en febrero- es Tendrá que haber un camino. Porque expresa muy bien ese momento en que asumimos la impotencia para resolver el enigma (de la esfinge), y entonces empezamos a madurar la certidumbre de que tiene que haber un camino. TIENE QUE HABERLO.

 

"Tendrá que haber un camino" (al fondo). (Foto: Koldo Agarraberes)